21.2.07

La voluntad de crear opera como un movimiento. Por ese movimiento, el que crea penetra en un lugar de sí mismo donde ya no pedirá ni rehusará nada.

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Creador. La etapa en que el creador de literatura empieza a calmarse de sí mismo, de opiniones, prejuicios, obstinación, egoísmo. Percibe que el caudal mayor de trabajo consagrado a un poema, cuento, novela, tenía por objeto disimular que lo creado pareciera un poema, un cuento, etcétera.

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Que el tono se aproxime al discurso normal. Que la singularidad de la dicción poética radique más en la estructura que en los detalles. Que los poemas se eleven hasta la diafanidad de la prosa. Que, de acuerdo con estas premisas, gran parte de los resultados puedan anticiparse.

(Girri, Diario de un libro, Corregidor, 1972).

18.2.07

Agradecer, robar, matar

Insistir. Sostener que así como en las escuelas de sabiduría a partir de cierta etapa nadie avanza sin ayuda de un maestro, en literatura son bienaventurados los que, descubierto ese camino, lo recorren hasta donde le dan sus fuerzas. A fin de cuentas, cuál es el significado de imitar, originalidad, etc. Que de estas cuestiones se ocupen los investigadores de fuentes, "los únicos que en cierto modo creyeron y creen seriamente que los poetas no hacen otra cosa que imitar, o sea robarse ocultamente el uno al otro, el sucesor al predecesor" (Croce). Se atribuye a Voltaire la observación de que los legítimos poetas no sólo roban sino que matan a aquellos que han robado.

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Oculto en la obra, contestando como en el episodio de los cíclopes: "Soy Odiseo, nadie". Rechazar a los especialistas en el desdén por lo obvio. Parecerse, al menos en eso, a Rabelais: Je prends mon bien oú je le trouve. Admitir deudas y préstamos, agradecerlos. Dueños de nada. originales por imitación.


(Girri, Diario de un libro, Corregidor, 1972)

17.2.07

Origen

"Para estimar con otros ojos", "Estimar con otros ojos", "Estimar según otros ojos". Elegir el último. El poema, cuando exista, habrá nacido de una observación de Flaubert, hacia 1852. "El tiempo de la Belleza ha terminado. La humanidad retornará a ella, pero por ahora no la necesita. Cuanto más se desarrolle el Arte más científico será, así como la ciencia habrá de ser artística. Cuando ambos alcancen su culminación, retornarán a ser nuevamente una sola cosa, luego de haberse separado en sus primeras etapas".

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"Estimar según otros ojos":

Mientras Flaubert
presumió vaticinar para el arte
un porvenir científico,
Nietzsche, a su vez,
presagiaba que la ciencia
desembocaría en el arte,
forzada, remedio último.
Ninguno acertó. Hubo que aguardar
por los que programaron que al llegar
el artista a los confines de su campo
se mordería la propia cola,
sometido a entrar en la historia
no por lo que es sino como documento.

Y dieron en el blanco. Divulgóse
desde entonces que el arte es arte
en tanto se alce en contra del arte,
y que la estética, desinteresada
de su viejo problema madre,
lo bello y su esencia,
tiene que limitarse ahora a rogar
que no experimentemos,
que solamente juguemos.

Melancólico devenir, si se piensa
cuánto de incitante e innocuo
resultaba, en suma,
discutir de la Belleza.

(Girri, Diario de un libro, Corregidor, 1972).

9.2.07

"Preguntas"

Algunos poetas me hacen llegar
sus libros, sus cartas, sus biografías y fotografías,
las nóminas de sus distinciones,
las fotocopias de sus declaraciones
y sus poemas inéditos.
Y yo me digo: ¿qué tengo que ver
con estos poetas tan productivos,
eficaces y dinámicos,
tan descollantes de personalidad,
tan seguros de sí, tan convencidos
de haber encontrado las palabras
y las claves definitivas?
¿Y qué tengo yo que ver con esos
otros, los nostálgicos, los que se
jactan de sus penas y me endosan sus importantes fracasos?
¿Y qué con esos otros que vociferan sus amores
y se abrazan en público con sus mujeres y sus
hombres, con sus ciudades, sus consignas, sus banderas y sus dioses?
¿Qué tengo yo que ver con esos poetas, yo que soy tartamudo,
yo que estoy aterrado,
yo que perdí las señas
y no tengo camino ni memoria
y apenas sobrevivo?


(Raúl Gustavo Aguirre, La rosa del poeta y otros poemas y aforismos, CEAL).

6.2.07

Técnica

En el ya escrito, el poema que hubiéramos escrito.
En el ya escrito, el poema (potencial), esperando su hacedor.


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Más que escribiendo el poema, manifestarse en aferrar el instante en que el poema quiere ser gestado. El resto dependerá de la resolución, presteza, cautela.


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Como objetos de brillo exterior, e internamente opacos. Y lo opuesto, lo arduo: poemas cuya opacidad con el tiempo se convierte en luz.



(Girri, El motivo es el poema, Corregidor, 1976)

5.2.07

Disposición, técnica, materia

Vocación por la letra. Entregados, sin que nos sirva para incurrir en un sentimiento, fe religiosa, ni en un consolador estoicismo. Y en el final, aguardándonos, la senectud, la muerte; pero no Buda.
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Del drama que el poema concierta. No cantar, no cerrar los ojos, no la probable anécdota, no los hechizos. Exponer, exponer. No más. Detenerse, apenas, a controlar si hay armonía en el diseño.
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Lo que opera en lo escrito no es --estrictamente-- la verdad, pero una categoría de duda muy peculiar, y de la cual podría derramarse una verdad.
(Girri, El motivo es el poema, Corregidor, 1976).