No que el mal poeta sea enemigo de la poesía. Es ajeno.
Enemigos: prisa y vacilación; inquietud ante lo inasequible; lanzarse hacia lo que se va entreviendo, en vez de graduales avances, etc.
***
Digresión muy común. ¿Qué pudo ocurrir en nosotros de haber sido nuestros poemas verdaderamente notables?
El poema, en todo caso, siempre asegura lo que no cumplirá; mortal, promete inmortalidad. Y también: Aun el buen poema, como el hombre sabio del Eclesiastés, muere lo mismo que el poema necio.
(Girri, El motivo es el poema, Corregidor, 1976)
10.1.08
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