Por la mañana,
al levantarnos,
el pie de plomo,
firme, despierto.
Lo sabio empieza
en lo doméstico
No comportarse
como en familia,
ser cuidadoso
con las palabras:
temer que digan
algo demás.
Lo sabio empieza
en lo doméstico
Al mediodía,
cumpliendo horario,
en el almuerzo
comer lo que haya.
Lo sabio empieza
en lo doméstico
Terminar rápido,
sin comentarios
de sobremesa,
rápido irse.
Lo sabio empieza
en lo doméstico
Irse al café
hasta la cena;
volver, cenar
si algo ha quedado
del mediodía,
ceder la tele
y, hasta el borde,
ceder la cama.
Lo sabio empieza
en lo doméstico
(La sabiduría, Leónidas Lamborghini, Encontrados en la basura, Bs.As., Paradiso ediciones, 2006)
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