21.2.07

La voluntad de crear opera como un movimiento. Por ese movimiento, el que crea penetra en un lugar de sí mismo donde ya no pedirá ni rehusará nada.

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Creador. La etapa en que el creador de literatura empieza a calmarse de sí mismo, de opiniones, prejuicios, obstinación, egoísmo. Percibe que el caudal mayor de trabajo consagrado a un poema, cuento, novela, tenía por objeto disimular que lo creado pareciera un poema, un cuento, etcétera.

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Que el tono se aproxime al discurso normal. Que la singularidad de la dicción poética radique más en la estructura que en los detalles. Que los poemas se eleven hasta la diafanidad de la prosa. Que, de acuerdo con estas premisas, gran parte de los resultados puedan anticiparse.

(Girri, Diario de un libro, Corregidor, 1972).

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