22.4.07
Claridad, imperfección, carácter, gracia
17.3.07
Selección Marcial
I
En verdad podrías soportar trescientos epigramas,
Pero ¿quién te soportaría y leería, libro, hasta el final?
Y ahora aprende las bondades de un librito breve.
En primer lugar, estropeo menos papel;
Luego, el copista lo acaba todo en una hora,
y no tendrá que dedicarse sólo a mis bagatelas;
la tercera razón es ésta: si te recitan a alguien,
aunque seas malo por completo, no serás odioso.
Te leerá el invitado, mezclada su bebida,
Antes de que la copa comience a entibiarse.
¿Crees estar a salvo con tanta brevedad?
¡Ay de mí, para cuántos, incluso así, serás largo!
Libro III
XLIX
Mario, no sabe, créeme, qué son los epigramas,
quien los llama sólo bromas o pasatiempos.
Bromea más quien describe el banquete del cruel
Tereo o tu cena, crudo Tiestes,
o a Dédalo ajustando las alas líquidas a su hijo
o a Polifemo apacentando ovejas sicilianas.
Toda ampulosidad está lejos de mi librito
y mi musa no se hincha con el loco manto trágico.
“Pero todos alaban aquello, lo admiran, adoran”.
Lo reconozco: alaban aquello pero leen esto.
(Marcial, Epigramas, Plaza & Janés, 2001.)
21.2.07
La voluntad de crear opera como un movimiento. Por ese movimiento, el que crea penetra en un lugar de sí mismo donde ya no pedirá ni rehusará nada.
***
Creador. La etapa en que el creador de literatura empieza a calmarse de sí mismo, de opiniones, prejuicios, obstinación, egoísmo. Percibe que el caudal mayor de trabajo consagrado a un poema, cuento, novela, tenía por objeto disimular que lo creado pareciera un poema, un cuento, etcétera.
***
Que el tono se aproxime al discurso normal. Que la singularidad de la dicción poética radique más en la estructura que en los detalles. Que los poemas se eleven hasta la diafanidad de la prosa. Que, de acuerdo con estas premisas, gran parte de los resultados puedan anticiparse.
(Girri, Diario de un libro, Corregidor, 1972).
18.2.07
Agradecer, robar, matar
***
Oculto en la obra, contestando como en el episodio de los cíclopes: "Soy Odiseo, nadie". Rechazar a los especialistas en el desdén por lo obvio. Parecerse, al menos en eso, a Rabelais: Je prends mon bien oú je le trouve. Admitir deudas y préstamos, agradecerlos. Dueños de nada. originales por imitación.
(Girri, Diario de un libro, Corregidor, 1972)
17.2.07
Origen
***
"Estimar según otros ojos":
Mientras Flaubert
presumió vaticinar para el arte
un porvenir científico,
Nietzsche, a su vez,
presagiaba que la ciencia
desembocaría en el arte,
forzada, remedio último.
Ninguno acertó. Hubo que aguardar
por los que programaron que al llegar
el artista a los confines de su campo
se mordería la propia cola,
sometido a entrar en la historia
no por lo que es sino como documento.
Y dieron en el blanco. Divulgóse
desde entonces que el arte es arte
en tanto se alce en contra del arte,
y que la estética, desinteresada
de su viejo problema madre,
lo bello y su esencia,
tiene que limitarse ahora a rogar
que no experimentemos,
que solamente juguemos.
Melancólico devenir, si se piensa
cuánto de incitante e innocuo
resultaba, en suma,
discutir de la Belleza.
(Girri, Diario de un libro, Corregidor, 1972).
9.2.07
"Preguntas"
sus libros, sus cartas, sus biografías y fotografías,
las nóminas de sus distinciones,
las fotocopias de sus declaraciones
y sus poemas inéditos.
Y yo me digo: ¿qué tengo que ver
con estos poetas tan productivos,
eficaces y dinámicos,
tan descollantes de personalidad,
tan seguros de sí, tan convencidos
de haber encontrado las palabras
y las claves definitivas?
¿Y qué tengo yo que ver con esos
otros, los nostálgicos, los que se
jactan de sus penas y me endosan sus importantes fracasos?
¿Y qué con esos otros que vociferan sus amores
y se abrazan en público con sus mujeres y sus
hombres, con sus ciudades, sus consignas, sus banderas y sus dioses?
¿Qué tengo yo que ver con esos poetas, yo que soy tartamudo,
yo que estoy aterrado,
yo que perdí las señas
y no tengo camino ni memoria
y apenas sobrevivo?
(Raúl Gustavo Aguirre, La rosa del poeta y otros poemas y aforismos, CEAL).
6.2.07
Técnica
En el ya escrito, el poema (potencial), esperando su hacedor.
***
Más que escribiendo el poema, manifestarse en aferrar el instante en que el poema quiere ser gestado. El resto dependerá de la resolución, presteza, cautela.
***
Como objetos de brillo exterior, e internamente opacos. Y lo opuesto, lo arduo: poemas cuya opacidad con el tiempo se convierte en luz.
(Girri, El motivo es el poema, Corregidor, 1976)
5.2.07
Disposición, técnica, materia
31.1.07
Técnica
16.1.07
Modelo
Ese contacto suministraría el impulso, y/o la situación poética. La distancia desde allí al poema es la que ha de recorrerse para hacer claro y distinto, a través de una forma, lo real percibido, intuido, visto con la inteligencia, etc.
(Girri, El motivo es el poema, Corregidor, 1976)
14.1.07
Marcial
I
En verdad podrías soportar trescientos epigramas,
Pero ¿quién te soportaría y leería, libro, hasta el final?
Y ahora aprende las bondades de un librito breve.
En primer lugar, estropeo menos papel;
Luego, el copista lo acaba todo en una hora,
y no tendrá que dedicarse sólo a mis bagatelas;
la tercera razón es ésta: si te recitan a alguien,
aunque seas malo por completo, no serás odioso.
Te leerá el invitado, mezclada su bebida,
Antes de que la copa comience a entibiarse.
¿Crees estar a salvo con tanta brevedad?
¡Ay de mí, para cuántos, incluso así, serás largo!
Libro III
L
Esta es, no otra, la razón de que me invites a cenar:
recitarme, Leonardo, tus versitos.
Me quito las sandalias, al instante se me ofrece un enorme
libro, entre las lechugas y la salsa de soja.
Se lee otro, mientras los primeros platos se demoran:
hay un tercero, y aún no ha llegado el segundo plato;
y un cuarto libro recitas y finalmente un quinto.
Apestaría si me sirvieses tantas veces un jabalí.
Si no ofreces tus letales poemas a las caballas,
cenarás tu solo, Leonardo, en tu casa.
(Marcial, Epigramas, Plaza & Janés, 2001.)
12.1.07
Selección cummings
quien preste alguna atención
a la sintaxis de las cosas
nunca te besará del todo;
ser del todo un tonto
mientras la Primavera está en el mundo
mi sangre aprueba,
y los besos son un destino mejor
que la sabiduría
señora lo juro por todas las flores. No llores
--el mejor gesto de mi cerebro es menos
que el parpadeo de tus pestañas que dice
somos el uno para el otro: entonces
ríe, recostada entre mis brazos
porque la vida no es un párrafo
Y la muerte pienso no es ningún paréntesis
(e.e. cummings, de: is 5, en: Poemas, prólogo y traducción de Jorge Santiago Perednik, Bs.As, Tres Haches, 1995)
***
Oh dulce espontánea
tierra cuán seguido
los
dedos
ya chochos de
filósofos lascivos te pellizcaron
y
se clavaron en
ti
,el pícaro pulgar
de la ciencia pinchó
tu
belleza .cuán
seguido las religiones te
pusieron sobre sus rodillas huesudas
presionándote y
abofeteándote para que pudieras concebir
dioses
(pero
verdadera
para el incomparable
lecho de la muerte tu
rítmico
amante
a ellos les
respondes sólo con
primavera)
(e.e. cummings, de: Tulips and Chimneys, en: Poemas, prólogo y traducción de Jorge Santiago Perednik, Bs.As, Tres Haches, 1995)
Disposición
***
No exclusivamente lo escrito, no lo que se era al escribir, no lo que uno pudo, no lo que el fantaseo hubiera querido. Rendir cuentas de los abandonos, asesinatos, olvidos a sabiendas que se cometieron para entregarse al viaje de la existencia, donde se mira fijo adelante, nunca a uno u otro lado. Pero advertir cómo de nada de lo hecho se dio cuenta enteramente, y nada fue sacrificado sin remedio. Y lo irrefutable: todo retorna, retornará, poco importa bajo qué aspecto.
¿Y cómo será? ¿Enfrentamiento con la legítima imagen de uno mismo? ¿Cuál, la compuesta con lo heredado, la imagen que se desecha, sustituyénbdola por la de lo adquirido y vuelto --finalmente-- a aceptar?
¿La imagen que asomó detrás de lo hecho, recriminándonos tanta pobreza?
***
Vocaciones en apariencia no muy sólidas dando lugar a Obras. Vocaciones, a todas luces inapelables, torturantes, reflejàndose en productos menores.
Una vocación no cuenta, siempre, paralelamente, con las energías que sus visiones exigen.
***
La observación, como centro.
La invención, como testimonio objetivo del trabajo.
La aptitud para mirar, como decisiva en la actividad de la imaginación.
(Girri, El motivo es el poema, Corregidor, 1976).
7.1.07
Técnica
***
Planeada la segunda parte del libro, "Prosas". Preocupación de que cada poema se fije sus propios límites. Que en lo que cada poema intenta no deje cabos sueltos, por ambiguos que sean los medios empleados. Sin falsas esperanzas. Ni siquiera estoy seguro, luego de tantos años, de saber escuchar, y por lo tanto de tener el derecho de hablar. Apenas si sé que me propongo escuchar, y confío en que con la firme voluntad de escuchar uno aprenda a hablar.
(Girri, Diario de un libro, Corregidor, 1972)