11.6.12

Selección Muñoz

Serenata

Mis veintinueve años están sufriéndose
yo diría que nervio por nervio,
tengo aún el recuerdo de mis
profesores diciendo:  No es que no sea inteligente...
Mi maestro de violín viniendo por Artigas
como un gran Eisenjauer::  --La si la re la
                                         no la si la sol fa...
Y otra vez una maestra a lo largo de los años
quitándome los dátiles,
quitándome el vasito de plástico plegable,
hiriendo mi manual estrada tan falto de colores,
tan falto es cierto de que yo entendiera una sola letra
de esas atroces batallas, del rostro inexpresivo de don
Cornelio Saavedra, que tanto, tanto me ha costado calcar,
de Miguel y María, sujetos a la campana del recreo, como
sujetos a una soga de dios.

Mis veintinueve años encontrados a la vuelta
de la alegría, indoloros al ministerio como viene
indolora la poesía en los pizarrones negros.
Mezclándose en mi cabeza Baudelaire y la pampa húmeda,
la universidad y el "tablao del lacio",
recurriendo a la guitarra como si uno recurriera
no sé a qué, a lo fatal,
a la mendicidad,
a la desprotección.

Seguros indudablemente que el cero
es una reprobación de nuestro infinito
y el diez la exaltación de los valores del hombre,
y el que tuviere siete, ahí anda,
y el que cinco, mediocre,
el que falta... no se entera.

Cómo hacer entonces cuando se ve a los
hijos de los amigos o a los hijos simplemente,
que lo único que tienen por delante es la creatividad,
que si es masilla, es el don,
que si es un lápiz, es el don,
que si cantan o bailan o preguntan
o hacen que son otra cosa
es el don,
y paralelamente a ello un guardapolvo
les hace blanco el don, los pupitriza heroicamente
hasta que con el tiempo se hacen lo que vaya a saber
quién quiso que sean...
Raro milagro desobedecer,
muy raro milagro


*

Folklore

Cuanta más escuela
más secuela, mayor gravedad,
más distancia, se guarda el polvo.

Cuanta más educación
más educa acción, menos saber,
mayor velo,
menor vuelo.

Cuanta más medicina
mayor contrabando ontológico,
menos salud.

Las penas son de nosotros,
las vaquitas son
ajenas.

*

Siempre es mejor no morir
y cada uno no muere
como puede.


(Alberto Muñoz, Terra Balestra (1976-1982), Bs. As., Un Tigre en el Establo Editor, 1985)

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