9.1.08

El profesional, el aficionado

Con la esperanza de hacerse notar, el aficionado apela a cualquier recurso. Entra a la carrera, tropieza y patea donde otros ponen el máximo cuidado.
En su andar en puntillas, prudente, y hasta temeroso, el profesional quiere despersonalizarse, ser ese que ve y procura exponer en lo escrito. Al ir perfeccionándose, menos y menos atiende a la forma personal de decir, y acentúa su mirada en los problemas de lo que ambiciona decir. Aprendió que ningún poema fue escrito jamás to be different.


***


El aficionado habla de más. Se delata de continuo al querer exhibirse, afirmar como paradigma de la personalidad: él es lo que hace, hace lo que es.
El profesional, sinónimo de doble vida (Benn), no dejándose tocar sino por lo que hace; el resto es lo anodino, privacidad gris: permanece quieto, exteriormente se conserva metido en sus propios límites. Nunca la tonta alegría en que el aficionado acostumbra a estallar.



(Girri, El motivo es el poema, Corregidor, 1976)

1 comentario:

C.E dijo...

¡Ha vuelto, brindemos por ello!